Equilibrio estructural, relación con el entorno y sentido plástico
Estudio de las Oficinas Centrales de Sumesa.
Vladimir Kaspé (1962)
Ciudad de México, 2018
Caso de Estudio
Las Oficinas Centrales SUMESA, construidas por el arquitecto Vladimir Kaspé en 1962 están en la Industrial Vallejo en Azcapotzalco. Se necesitaba el área corporativa de oficinas en el sitio con la preexistencia de las bodegas de la propia empresa. El proyecto se enfrenta a distintas problemáticas del sitio: funcionalmente tiene que resolver temas como la radiación solar, polución ambiental y sonora, el edificio se debe de ligar visualmente a las bodegas e integrarse al contexto urbano. Debido a las condiciones del sitio y el planteamiento del programa, se propone una solución volcada hacia el interior y un edificio compuesto por dos envolventes una interior y una exterior. Las tres fachadas protagonistas del edifico son tratadas individualmente. La envolvente interior sigue la estructura del edificio para su composición y proporción y las envolventes exteriores distintas entre sí, se forman con un sentido plástico único dependiendo del programa y obedeciendo particularmente la orientación “que en México requiere un riguroso estudio y una adecuada solución” (Kaspé, Vladimir. “Oficinas centrales de Sumesa”. Calli, no. 5. 1961)
Materiales y técnicas de construcción:
El edificio es construido con una estructura de acero modulada de marcos acartelados de nueve metros de longitud separados por tres metros entre sí, lo cual permite que el edificio está compuesto por dos capas envolventes. La primera envolvente interior transparente, por su materialidad y diseñada a partir de un módulo de un metro cincuenta que se repite a lo largo de las tres fachadas, adjudicándose continuidad y que por lo tanto le da un carácter unitario al edificio. La segunda envolvente externa es diferente en cada una de las tres fachadas, compuesta por elementos como: parteluces de aluminio y elementos de concreto prefabricado.
Consideraciones estéticas:
La composición estructural del edificio dictamina la proporción arquitectónica por una parte de la envolvente interior, de tal manera que la distribución planimétrica y la composición de las fachadas es de módulos de un metro cincuenta en un esquema repetitivo en las tres fachadas pero que permite flexibilidad para la adecuaciones y modificaciones. Por otra parte los elementos arquitectónicos de la envolvente exterior como los parteluces y la fachada prefabricada están diseñados de acuerdo a la misma lógica de modulación, sin embargo esta capa le permite a las tres fachadas tener distintos rasgos de profundidad, relieve, y simetría. Por la funcionalidad estructural y de modulación, se logra la articulación de las tres fachadas de forma continua y uniforme.
Consideraciones funcionales.
Las tres fachadas están diseñadas con un sistema de protección y manejo solar, dependiendo de su orientación se utilizaron parteluces o fachadas ciegas. Las fachadas son los límites desde el exterior hacia el interior y cada una cuenta con accesos (primario y secundario) al edificio creando el umbral entre el contexto urbano agresivo y un espacio arquitectónico diseñado y agradable.
Las tres fachadas singulares e individuales entre sí, dependen de las soluciones a la problemática de la radiación solar y contaminantes presentes en el sitio. El edificio está compuesto por dos envolventes: la interna, transparente que permite el paso de la luz, que por su modulación y diseño integra al edificio como un todo y la externa distinta en las tres fachadas que responde al contexto y al funcionamiento de las oficinas. Vladimir Kaspé desarrolla este carácter racional y funcionalista en su arquitectura que se puede contemplar en obras contemporáneas como el Laboratorio del grupo Rousel (1962) de carácter sobrio, en donde la funcionalidad y la modulación vuelven a ser temas recurrentes, donde la fachada vuelve a ser protagonista de la articulación y las cualidades plásticas del edificio. Otro gran ejemplo es Vinicola San José (1962) que en comparativa es formalmente distinto, Kaspé vuelve a recurrir a las formas y líneas sencillas, a la repetición de elementos como ventanas y al uso de parteluces como sistema de protección y manejo solar. Las oficinas centrales SUMESA, se caracterizan por su austera elegancia, por el manejo de la modulación y técnica de los materiales constructivos, por el uso racional de elementos arquitectónicos funcionales y por la simpleza formal y claridad arquitectónica.
- Aguilera González, Alejandro. Vladimir Kaspé: Arquitectura racionalista. México: Universidad Iberoamericana, 2011.
- Noelle, Louise. Vladimir Kaspé, Reflexión y compromiso. México: Universidad la Salle, 1995.
- Kaspé Vladimir, “Oficinas centrales de Sumesa”. Calli, no. 5. (Julio-diciembre 1961): 158-161, http://fa.unam.mx/editorial/wordpress/wp-content/Files/raices/RD11/revistas/calli_05.pdf#page=34
- Kaspé, Vladimir. Arquitectura como un todo. México: Editorial Diana, 1986.
- Urrutia, Oscar. ¿Quién hace arquitectura en México? Vladimir Kaspé. Arquitectura México, no. 87. (Septiembre 1964): 14-18, http://fa.unam.mx/editorial/wordpress/wp-content/Files/raices/RD06/REVISTAS/87.pdf#page=49